martes, 14 de agosto de 2007

en esto no estoy sola

Sólo me hace falta imaginar que lo que venden ahora en Lavapies es hachís desde que Galardón metió las perneras en la ciudad sin ley, y los moros entre tanto acoso y poco dinero te venden lo que sea a muy bien precio y muy malo. Sólo me falta imaginar que a las putas las hacen de plástico y Espejode lo que somos, la más puta, ya no quiere verlas allí,
¿Para cuando nuestra victoria?
El alquiler sube, los sueldos no, la gente es tan estúpida que se hipoteca para llenar los huevos de otros, esos que se los tocan tanto, mientras continúo escuchando las quejas de alguien que no tiene derecho a replica, y me subo más la silla, y este mundo me da asco ¿Qué me dices de los jóvenes? Que mientras vivan de papa, genial, que luego se suman a la protesta dominical ¡Esos moros nos quitan el trabajo! Me gusta ver dicha protesta desde la barrera sólo a la espera de cuando va a acabar, mientras me pregunto cuanto billetes y de que color son esos que se pasan por debajo de la trinchera.
No te engañes, no te unas, pero..., es tan difícil, el olor me recorre todo el cuerpo y los sábados quiero irme de compras, para curarme, para subsanar el mal fallo.
Capitalismo, egoísmo, miseria y crueldad. Dicen rescatar a unos africanos de la mar para repatriarlos a la muerte, ¿no ves tú que si un tío toma tal riesgo es porque ha pensado que quiere escapar de ella? No puede elegir porque otro ha considerado que más del suelo que pisa es suyo. Te dan la noticia y a otra cosa.
Me río de la lucha, de la poesía como único afán de reafirmarse en uno mismo, de los que te van contando películas y de los que les ríen las gracias, de ti, si te das por aludido, de la amiga que se considera buena gente y se preocupa de su amiga, si está mala y no puede salir el sábado por la noche, “perdona, los sábados me como las bocas que se me da la gana”, ya sé, perdona, que eres buena gente.

Perdona, pero es así.

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