domingo, 28 de octubre de 2007

vida = difícil

Nos lo hacemos muy difícil
o nos lo hacen:
Te chillo, la mitad de las veces ni me doy cuenta
otras, con otros, me callo o hablo tan bajito que no importa nada de lo que sale por mi boca.

Quizá no estaba hecha para esto
quizá quiera
quizá me muera de ganas por pasar contigo por el lugar que me juré que no.

Viejos prejuicios, como eso de la penetración anal, como eso de drogarse, como todo eso para lo que me falto la voluntad de rechazar, esa por la que mi vida hubiese sido diferente, menos destructiva, pero no quise ser esa y la que soy, es una puta elección.
Libre, pero me pesa la vida, y fumo y me bebo una copa de ron, y escribo y me aclaro de un día de sombras, porque no sé más que otros y no sé hacer las cosas de forma que no tenga que llegar aquí, repostar y partir.
Me confieso, lo hago, me duele la cabeza y un día más la vigilia no es más que una empinada montaña, me analizo y yo no puedo ser la causa de tu desdicha, me cuesta de por si la vida para hacer un encargo de otro peso sobre tu espalda.
No me entiendes, ni quieres parte de esa libertad que me hace sonreír, eso de enseñar las bragas en el patio del colegio mirándote de reojo, no me miras,¿ para que voy a mirarte así? No me quieres y esto es una jodida muy jodida historia para ser la mala, para que me alejes y digas, que sí, que me quieres, que decida, que me cargue dos espaldas y sonría, mientras no tienes nada de eso para mí.

Estoy muy enfadada, nunca entendí de condiciones, de esperas, de promesas, sólo de fluir a ritmo de la marea, de los amigos, del amor a quemarropa, de pocas exigencias y muchas caladas de eso que tiene el primer porro después de un examen, de un día duro, de eso que tienen las reglas que no están escritas.
Perdona, te quiero
pero, quizá mi forma...
Sea escasa e incompleta,
desgastada y dura,
puede que tú no la quieras.
Te he visto la sonrisa
cuando cariño
yo no la tenía.

miércoles, 3 de octubre de 2007

cerca, no tanto

No llores, amor, no llores,
dime que no lo harás.

No tengo un porro que llevarme a la boca
fumar...
evadir...
matar lo que no rime con vivir,
mientras a kilómetros tú me lloras.
No
que me mate el ron que me está esperando en el congelador
que me maten mis mentiras
que no sea el sabor salado de lo imparable
que por una vez quiero ser infiel a todo lo que he sido
y llorarte por cobarde.

Sé,
sé que no sirve callarte,
intento averiguar que.